En el monte de Labata, en la línea que une el depósito de agua nuevo con el viejo emergen estas rocas, las cuales tienen formas peculiares.
Los estudios de Manuel Benito sobre la piedra de Ayera han revelado lo siguiente:
Mucho antes de haberse formado las comunidades neolíticas el hombre prehistórico ya había divinizado la piedra y descubierto el uso del sílex en el territorio que hoy conocemos como Altoaragón. Es precisamente en este territorio donde se conserva un culto a la piedra único en el mundo, aunque su práctica debió de estar extendida. Se trata de una serie de piedras que emergen de la tierra y actúan como meros condensadores de las fuerzas telúricas que polarizan la tierra, y que fueron manipuladas por la mano del hombre en la noche de los tiempos para convertirlas en templos sagrados a la fecundidad, plasmando en ella sus conocimientos ginecológicos. A ella acudían las mujeres estériles para tornarse fecundas, al igual que los hombres con problema, por ello, desde tiempos antiguos la Iglesia fue mortal enemiga de estas costumbres que tachó como “supersticiones” y en el Concilio celebrado en Zaragoza el año 380 fulminaron estas prácticas y culto con severas censuras, pero el hombre aragonés siguió dándoles culto en una reacción primigenia ante aquello que le había dado la fecundidad. Los relatos sobre su origen nos llevan a tiempos ancestrales, pero el uso, al mismo ayer
http://www.marianoseral.com/otros2/piedras/PIEDRAMORA.ASP
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