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HISTORIOGRAFÍA
Formiga, Calcón
Toponimia altoaragonesa (90)
Por Bienvenido
Un texto tomado de la obra de Enrique Salamero Sierras de piedra y agua, editado por Camping Mascún, nos servirá para explicar el estudio agrupado de estos dos ríos. Dice así: "La ladera sur de las altas cimas de Guara (que forman la propiamente dicha Sierra de Guara) es un extenso lienzo a pleno sol. Según desciende empieza a arrugarse y es finalmente en su base donde se quiebra. De esta manera dos son los ríos que dan salida natural a la escorrentía de esta superficie. El Calcón es la más reducida y su desfiladero ha sido muy alterado por el embalse de Guara. Por el contrario, la cuenca del Formiga es la que captura la mayor parte de la vertiente. Con resultados modestos, ya que la pluviosidad y la infiltración no han favorecido un caudal abundante, que ha preferido en cambio una circulación subterránea cuyo claro exponente aparece en la cueva del Solencio, próxima a Bastarás. Éstas son las dos únicas cuencas importantes del Parque que nacen en su vertiente sur, resultado natural de la única vertiente meridional con naturaleza grande y quebrada. La ubicación de sus gargantas, tan en la base de la sierra, las hace poco evidentes. Es una modestia que evidencia el terreno de transición en que se encuentran, entre los grandes cañones orientales y la abrupta zona occidental".
Podemos decir que el Formiga es el río genuino de Guara, tanto por su propio cauce como por los de dos barrancos que afluyen en su cabecera. Hay una fuente, llamada Fuentes del Formiga, de donde arranca la vena principal; pero, asimismo, de la fuente El Matal sale el pequeño y corto barranco Salado, y por la derecha, izquierda hidrográfica, se une el barranco de Yara en un punto inmediato a la cueva de Las Sopilatas; todo ello por debajo pero muy cerca del Cabezo de Guara (2.077 m). Toma dirección SE, pasa cerca de la cueva de Las Polvorosas y luego entre Panzano y Bastarás, penetra en el Gorgonchón, al que habremos de referirnos más adelante, recibe las aguas del Calcón, pasa entre Sieso de Huesca y S. Román, y a la altura de Casbas de Huesca desemboca en el Alcanadre. Su régimen hidráulico es permanente, pero su caudal no es muy significativo en condiciones normales y mengua considerablemente en pleno estiaje, momento en que se alimenta exclusivamente de alguna fuente. El tramo superior del Formiga, que atrae a gran número de practicantes del barranquismo, presenta una acusadísima estrechez, especialmente entre el inicio y la vertical de la cueva de Las Polvorosas. Fernando Biarge y Jean Paul Pontroué, en Cañones, gargantas y barrancos del Alto Aragón, dicen respecto de este tramo: "Descender las gargantas del Formiga: Por algunos centenares de metros, el río Formiga desciende por un cauce estrecho y en un entorno atractivo una serie de gradas o resaltes que exigen baños frecuentes y utilizar la cuerda en rápel. Las primeras cascadas se pasan sin problema. Las dos últimas (de 5 a 6 metros) son las más serias. El barranco pasa pronto bajo la cueva de Las Polvorosas y una pasarela permite, poco después, alcanzar el camino de acceso".
Pero, sin duda, lo que ha dado fama al Formiga es el tramo del Gorgonchón. Este nombre es una variante de "garganchón", nombre con el que se designa en ciertas áreas el estrecho conducto que, naciendo en la boca, continúa por la faringe y esófago hasta el estómago. Y a fe que tiene un nombre bien propio. Veamos lo que nos dicen los dos autores citados anteriormente en la misma obra: "Precioso recorrido, sin grandes dificultades, corto de longitud, largo de interés, espectacularidad y emoción. Característica principal, su estrechez y, como curiosidad, un corto paso bajo el agua, en buceo, para franquear una piedra empotrada, al final del trayecto... El recorrido, normalmente con bastante caudal de agua, es muy acuático, de entre 120 y 150 metros de longitud total, muy estrecho, lo que obliga, incluso, a nadar de lado y llamativo por su ambiente casi espeleológico (dientes de cerdos sedimentados en las paredes) y su propia configuración. Exige dos rápeles de 4 y 5 metros con base fácil en dos troncos atravesados que pueden también destreparse, pero con peligro por el caudal de agua y lo resbaladizo del lugar. En la parte final, cuando ya se divisa el sol al final de la garganta, una piedra empotrada obliga a un buceo de dos metros para superarla, por debajo del agua. Atención al material".
Enrique Salamero, op. cit. pags. 106-107, nos da una serie de especificaciones y se muestra mucho más cauto o temeroso. El Gorgonchón tiene una longitud de 150 metros, salva un desnivel de 20, la altitud al comienzo es de 540 msnm. El tipo de roca de la cuenca es fundamentalmente calcárea. El descenso dura entre 45 minutos y una hora. "Carácter encajado: Pasillo de excepcional estrechez y continuidad. Difícilmente se encuentra algo parecido. Interior de ambiente cavernoso... Obstáculos: dos pequeñas cascadas al inicio, zona de bloques hacia su final (resalte delicado), breve y fácil sifón al terminar. No obstante, y ya finalizado el estrecho, hay un pequeño pero interesante caos que es posible recorrer según caudal. ¡Atención a la segunda cascada!. Es imprescindible descender la segunda cascada desde el otro lado del pasamanos (avance en oposición resbaladiza). Rapelarla desde su inicio lleva a caer en el interior de un agujero oculto detrás de la cascada: su interior es muy pequeño y su salida inferior es un sifón impenetrable. Caer aquí entraña un verdadero peligro de muerte... La mencionada segunda cascada es el mayor punto negro de los barrancos del macizo. Hasta la fecha (el libro es de 2.002) ha habido cuatro personas muertas y un gran número de incidentes, siempre debidos a no utilizar el pasamanos para descender desde su final".
Todo cuanto antecede nos ha servido, en especial, para fijar el hecho diferenciador recogido en el topónimo. Formiga tiene un contenido sumamente claro pero su forma requiere algunas explicaciones. Partimos de la forma porroka que, según el Dic. Retana, "se usa en sentido adverbial para reforzar la palabra que califica: extremado" (o extremadamente). Este uso adverbial se lo confiere el sufijo -ka, que da lugar a expresiones de esta naturaleza; pero es seguro que, en una fase muy primitiva de la lengua porro o poro (la /r/, vibrante simple apicoalveolar sonora, se refuerza constantemente a /R/, vibrante compuesta apicoalveolar sonora) tuvo el mismo valor ("extremadamente") sin necesidad de sufijación. Por otra parte, ya según hemos explicado anteriormente (ver n° 45, Cofita), que la pronunciación aspirada de la /p/, esto es /ph/, da frecuentemente /f/, es decir poro > phoro > foro. Hay autores que, desde la inopia más absoluta, escriben Ormiga, seguramente por creer que esa f inicial era manifestación de habla o fabla basta y antigua, como en "farina", "forno", "fecho", etc. ¡Pobre letra f!. Mientras unos, desde la excelsa cultura hispanorromana y el más acendrado españolismo católico, la erigen en signo de distinción frente a la barbarie ibérica, otros, desde la anti-España del mundo abertzale la repudian de su nombre propio que pasa de Fernando a Pernando. Como dijo alguien "si nos calláramos todos se produciría un gran silencio que se podría aprovechar para pensar". Foro modifica al adjetivo migar, que vale por estrecho o angosto. La acomodación se produce con elipsis al final del primer término: for(o)migar > formigar. Sabemos que la r final enmudece constantemente y, en este caso, coadyuva la existencia de otra vibrante simple anterior, por lo que formiga(r)> formiga. El significado, como decíamos, no puede ser más claro: "extremadamente angosto".
CALCÓN
El segundo río de la vertiente meridional de Guara, el Calcón, afluente del primero, el Formiga, nace al O del cabezo de Guara, "en el Collado de Petreñales, sigue una dirección inicial Norte-Sur, por las Valles y gira abruptamente por sus gorgas al sureste rehusando cortar Montidinera. A la salida recibe la canal del Abadejo en el valle de Fabana. Tras cruzar los estrechos represados, alcanza el pie de las sierras desembocando en el Formiga aguas debajo de Labata" (Comarca de la Hoya de Huesca, pag. 26). Ya regulado, mantiene un caudal continuo, aunque bastante débil, y su cuenca superior y media ha quedado profundamente alterada por la obra de la presa de Guara.
El topónimo Calcón habla de cal y de naturaleza caliza, y a ello dedico mi comprobación. En primer lugar, en el tramo superior, la naturaleza es eminentemente caliza: lo evidencia el paisaje y los grandes bloques pétreos de la presa. En segundo lugar, un amable informante, guarda forestal de la zona, me cuenta cómo él mismo, habiendo hincado un palo en el cauce del río que apareció respetado por éste un año más tarde, comprobó cómo en la parte sumergida se había depositado una fina película de cal. Por último, desde Labata desciendo hasta el cauce del río por una buena pista para tractores y vehículos todo-terreno, la cual, tras un mínimo vado sobre el río, asciende y se dirige al Este buscando el cauce del Formiga a la altura del Gorgonchón; grandes formaciones de piedra caliza se alternan con otras en las que se intercalan estratos de conglomerado, especialmente en la orilla derecha, izquierda hidrográfica.
Calcón es una composición de la lengua ibérica en la que el primer elemento es la raíz kal, presente en kalo, cal; kalabe, horno de cal, y otras; muy frecuente en toponimia, ya la hemos comprobado en Balcarca, en esta misma serie. Vale por cal o calizo. El segundo elemento es konkor, pedrusco. La aglutinación kal-konkor muestra, en primer lugar, decaimiento de la r final, y después haplología del segundo grupo ko: kalkonko > kalkon(ko). El significado de Calcón es, por consiguiente, "pedruscos calizos".
Fuente: DIARIO DEL ALTO ARAGON
R.G.P
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